El glucógeno es un homopolisacárido de reserva, por tanto
constituye una de las principales fuentes de energía del organismo. Gran parte
de la energía consumida en las reacciones metabólicas es obtenida gracias a los
carbohidratos en su degradación a glucosa. La glucosa no empleada para la
obtención de energía se almacena en forma de glucógeno. Este glucógeno se
acumula fundamentalmente en el hígado y también en el músculo esquelético.
¿Quién debe consumir hidratos de carbono?
Los hidratos de carbono son componente imprescindible en la
dieta de cualquier deportista, especialmente en aquellos deportes de
resistencia. Es fundamental la ingesta de hidratos de carbono antes, durante y
después del ejercicio físico. Previamente al ejercicio físico es conveniente la
ingesta de glúcidos complejos unas 3 horas antes. Además durante deportes
prolongados que puedan llegar a durar varias horas es aconsejable consumir
algún tipo de carbohidrato. Por supuesto finalizado el ejercicio físico es
necesario reponer las reservas de glucógeno con el fin de proporcionar energía
suficiente para la siguiente sesión.
¿Cómo se gasta el glucógeno?
Durante el ejercicio físico de alta intensidad el organismo emplea como fuente de energía el glucógeno almacenado en el músculo. No obstante, tras 15 minutos de ejercicio lse acaba en torno al 60% de las reservas energéticas. Pasadas unas 2 horas, el glucógeno muscular se agota y es en este momento cuando el organismo comienza a utilizar el glucógeno hepático. En el caso de que el glucógeno del hígado también se agote aparecerá la fatiga y el rendimiento descenderá de forma considerable.
A continuación se mostrará un gráfico en el cual se
especifica la relación directa entre el gasto de glucosa y el tiempo de
ejercicio, en función del grado de intensidad del ejercicio deportivo:
Muy buena entrada, contenido muy original!!
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